Buenas, hace años tuve una cuota pendiente que ni alcanzaba los 500 mil y entre a inforcom, ya no vivo en la misma ciudad y no tengo contacto con la empresa, ¿Alguien sabe que puedo hacer para salir de inforcom? Hay algún procedimiento que pueda hacer? Cualquier ayuda es bienvenida

Gente busco, consejos con desesperación...
Hace poco tuve un altercado con unos parientes paternos, y para no hacer la historia mas larga me robaron 5 mil pesos, y en su "defensa" dijeron que era un acto de caridad, cuando en realidad fue un simple apoyo, e incluso les dije que necesitaria ese dinero de vuelta.
Asi que, si alguien tiene un consejo, por favor los leere con atencion...

Colombia nos tiene felices pero muriendo. Miren esta conver que tuve hoy con mi mamá:
Pd: la - son mis msj y los de mi madre tienen esto ★

• Ud sabe que hasta allá, siempre es un tremendo recorrido

★ Madre: Mensaje de voz (0:05)(¿dónde compraste la camisa del uniforme?)
-No, La camiseta la compré en la u Me bajé ahí para coger el bus Que supuestamente va más rapido
★ Madre: Mensaje de voz (0:07)(¿cuánto es la multa?)

• La multa es de 10 mil pesos porque el texto era de 3h max, yo le dije que no sabía, resulta que cobran la demora por hora, yo me fui con el al parcial y mientras me llamaban y todo eso

Se hicieron 10 mil pesos y yo sin saber
No, pero más nunca me pasa madre
★ Claro mijito.
Este pequeño fragmento fue de una conversación con mi madre, y ahora pienso:
Sabes lo que es no poder pagar unos puerc*s diez mil pesos de una multa que te aplicaron por no devolver el texto a tiempo a causa de un inconveniente con el transporte publico, dado que todo lo que trabajas de va en los gastos de pasajes para el uso de este servicio que aveces no es tan efectivo?
Ayer llegué tarde a la u por un trancon inmenso, no tenía dinero para tomar un colectivo o vía alterna, ni nada. A pesar de siempre salir con una 1h de antelación, porque varias veces me ha sucedido, la movilidad es un problema.
Total era que necesitaba llegar rápido a presentar un examen final, llegue justo a tiempo. De la biblioteca yo había prestado un libro el día anterior y necesitaba devolverlo, pero por haber llegado tan justo de tiempo decidí llevarme lo al parcial. El parcial fue demorado, estábamos en un sala varios grupos. Era de los último en pasar por mi apellido y solo llamaban de uno en uno para que cada quién hiciese su sustentación oral.
Todo ese tiempo generó una multa de 10 mil pesos por no haber devuelto el libro enseguida ya que pude haber me quedado afuera de la sala y no podía hacer eso con ese parcial tan importante. Ahora no puedo prestar ningún otro libro de la biblio para llevarme lo y estudiar en casa cuando tenga algún espacio, ni quedar me a estudiar ahí, que es la única forma de estudiar usando los textos teniendo una multa, porque trabajo y no tengo ese espacio. No sé como prepar adecuadamente para los otros finales que faltan, pero Dios proveerá.
Es muy duro mis hermanos, pero ya estoy proximo a graduarme. Mi cucha va a dejar de sentir se mal y yo le voy a dar las gracias por todo lo fuerte y responsable que ha sido.
Si alguno desea coloborar, así sea para mandar un msj con groserías: 3017446267. Cualquier cosa es bien recibida y agredecida ante el señor.

Hola es mi primera vez escribiendo a qui pero voy directo al grano soy de chile, estaba con mi hermana en el cuarto de mi madre porque mi hermano pequeño tenía tarea estaba la televisión prendida con YouTube derepente salí un anuncio era un teléfono que se doblaba y avían mucho modelos de diferentes colores y cuando el anuncio está terminado sale el logo de Apple quedamos con mi hermana diciendo otro iPhone más paso un mes y nada nunca mas volví a ver el anuncio me puse a investigar y nada de información de ese iPhone . Estoy aquí para saber si alguien más vio ese anuncio.
Posdata ví ese anuncio en 2022

Usted no podría llevar a cabo este trabajo de forma virtual (desde su casa), pero yo pagaría los costos de transporte y el tiempo de traslado.
En otras palabras, le pagaría desde el momento en que usted saliera de su hogar hasta el momento en que regresara a su hogar, así como todos sus costos de transporte.
Este trabajo no requiere habilidades especiales, y el único equipo necesario es simplemente un teléfono móvil común y corriente.
No me importaría que los videos que usted cree para mí sean estéticamente atractivos. En otras palabras, grabaría diez videos y me los enviaría. Eso es todo. En realidad, mi principal preocupación es el audio, no el vídeo.
Lo más importante para mí es que proporcione direcciones de correo electrónico correctas para aquellos interesados en trabajar conmigo.
Para trabajar conmigo, usted (o un miembro de su familia o amigo) debe tener una cuenta en Fiverr.com o Freelancer.com para que yo pueda poner $30 (treinta dólares estadounidenses) en garantía (fideicomiso) para usted por un primer proyecto.
Si ese primer proyecto sale bien, le pagaría el equivalente de $3/hora (tres dólares estadounidenses) con criptomonedas, como Litecoin o Polygon (MATIC), para continuar reclutando para mí.
Durante los primeros dos o tres meses, supongo que trabajaría aproximadamente 10 horas al mes. Después de eso, espero que trabaje aproximadamente 40 horas al mes para mí.
Si desea trabajar conmigo, por favor envíeme un mensaje privado con un nombre de usuario de Fiverr.com o Freelancer.com y su dirección de correo electrónico.
Tengo 16 preguntas frecuentes que puedo enviarle. Aquí está la Pregunta Frecuente 2...
❄❄❄ PREGUNTA FRECUENTE 2 ❄❄❄
Este proyecto parece extraño. ¿Ha realizado algún proyecto similar antes?
✦✦✦ RESPUESTA 2 ✦✦✦
Sí, en 2019 entrevisté a veinte estudiantes en dos universidades diferentes. ¿Le gustaría ver algunas de las entrevistas? Están publicadas en YouTube.
Envío estas FAQs (preguntas frecuentes) tanto a vendedores en Fiverr como a freelancers en Freelancer.com. Al parecer, a Fiverr no le gusta cuando envío URLs a los vendedores que estoy considerando para trabajar juntos.
Por lo tanto, en lugar de enviarle las URL para los siguientes videos, si desea verlos, por favor, vaya a YouTube y búsquelos.

• Primero, busque... 2019 Entrevista con ErixonBarrera17
• Segundo, busque... 2019 Entrevista con Farriajm7

Además, recientemente le pagué a un freelancer venezolano para que me creara los siguientes videos...

• Primero, busque... Septiembre de 2023 Entrevista 01 de Estudiantes Universitarios Venezolanos
• Segundo, busque... Septiembre de 2023 Entrevista 02 de Estudiantes Universitarios Venezolanos

Más o menos, me gustaría que los videos que me envíen se parezcan (y suenen como) a esos videos.
Para mis propósitos, la calidad de los videos es excelente; sin embargo, la calidad del sonido de los vídeos grabados en 2019 es pobre.
Por lo tanto, espero que la calidad de sonido de los videos que usted grabe debería ser más parecida a la de los videos grabados en 2023.
Soy un hablante no nativo de español. Por lo tanto, me costó entender las conversaciones de los videos.

Abajo está mi anuncio actual en Freelancer.com...

Entrevistaría a 10 estudiantes en América Latina --- No podría llevar a cabo este trabajo de forma virtual (desde su casa)
https://www.freelancer.com/projects/video-services/Entrevistar-estudiantes-rica-Latina-poddetails
Usted debería tener al menos 16 años.
Debería vivir en América Latina.
En español, usted entrevistaría a diez estudiantes. Grabaría las entrevistas con su teléfono móvil y me enviaría los videos.
Cada video que usted grabe tendría una duración de 2 a 3 minutos. Por lo tanto, grabaría un total de 20 a 30 minutos de video.
Usted me ayudaría a reclutar a un estudiante interesado en ayudarme a reparar electrodomésticos, como refrigeradoras y hornos, a través de internet.
Este estudiante no necesitaría tener experiencia previa en la reparación de electrodomésticos, pero debería ser excelente resolviendo problemas lógicos (problemas técnicos).
Para este trabajo, tendría que ir personalmente a una universidad, o una escuela que enseñe reparación de electrodomésticos, o una escuela secundaria, donde hablaría con diez estudiantes. No podría llevar a cabo este trabajo de forma virtual (desde su casa).

Hace un tiempo trabajé en un local y pues, debo aceptar que había días que me costaba mucho dar lo mejor de mí, se me dificultaba concentrarme, llegaba con dolor en las piernas y sueño a ratos, me despidieron junto a una compañera, ya que tardamos mucho en hacer una tarea que a decir verdad si tenía su embrollo, pero no dejo de sentirme mal, decepcionada de mí misma, insegura y con miedo a que ocurra lo mismo.
A veces tenía mucha hambre pero algunos de mis compañeros se desempeñaban mejor que yo y tenían mil problemas en la casa, los admiro.

Hace un tiempo trabajé en un local y pues, debo aceptar que había días que me costaba mucho dar lo mejor de mí, se me dificultaba concentrarme, llegaba con dolor en las piernas y sueño a ratos, me despidieron junto a una compañera, ya que tardamos mucho en hacer una tarea que a decir verdad si tenía su embrollo, pero no dejo de sentirme mal, decepcionada de mí misma, insegura y con miedo a que ocurra lo mismo.
A veces tenía mucha hambre pero algunos de mis compañeros se desempeñaban mejor que yo y tenían mil problemas en la casa.

Hace un tiempo trabajé en un local y pues, debo aceptar que había días que me costaba mucho dar lo mejor de mí, se me dificultaba concentrarme, llegaba con dolor en las piernas y sueño a ratos, me despidieron junto a una compañera, ya que tardamos mucho en hacer una tarea que a decir verdad si tenía su embrollo, pero no dejo de sentirme mal, decepcionada de mí misma, insegura y con miedo a que ocurra lo mismo. A veces tenía mucha hambre pero algunos de mis compañeros se desempeñaban mejor que yo y tenían mil problemas en la casa.

Maes la vara es que mi vecina es una señora mayor que tiene dos hijas de 20 y 21 años. Las muchachas sí uno las ve, nota que no son full neurotípicas pero tampoco tienen un retraso grande o algo que les impida hacer las cosas. Solo son raritas y no hablan mucho. Pero la maes no hacen nada, la señora con costos camina y ellas no hacen por donde ayudarla. Ojo, las maes hablan, caminan y pueden hacer todo solas solo que las criaron para no hacer nada y pasan todo el día en el teléfono.
Hace como mes y medio la señora me dijo si la hija de podía quedar unas horas en mi casa porque la mae que la cuidaba no había llegado. Bueno, todo bien uno a veces tiene que ser servicial. La vara fue que no fueron unas horas, fueron CUATRO fucking días porque la cuidadora nunca apareció y la mamá de la chamaca había jalado para PZ. No fue ni para dejarme 10mil colónes para la comida de la wila y no me dio ni las gracias cuando regresó. La chamaca no hizo nada en los días que estuvo en mi casa, no daba la gracias cuando uno le servía la comida, no recogía ni lavaba el plato, tuve que decirle. Pasaba en el sillón todo el día viendo YouTube o anime. Y sépanlo que en los 4 días que estuvo en mi casa esa mae no se bañó porque andaba hecha una chorcha.
Llego la semana siguiente y me tocan la puerta, cuando abro la wila nada más se mete en mi casa y la señora me dice que la va a dejar unas horas. Le dije en tono firme que, por un par de horas nada más no por días y si esa era la situación que ella tenía que ver que hacía. Bueno, la señora volvió a las horas y todo bien pero ya yo estaba incómoda porque maes yo vivo sola, soy hija única y me apesta mil estar atendiendo gente que no es familia ni amiga mía.
La semana pasada me llega un mensaje de la señora. Primero, no me pregunta ni cómo estoy, no de entrada es “puede quedarse unas horas, gracias.” Ese fue el mensaje y yo solo le respondí “Hola. No puedo.” Desde entonces la señora me evita y no me volvió a pedir favores. Pero maes yo siento que la gente se monta, ya todas las semanas pidiéndome favores se pasó. Aparte que la hija de ella no es responsabilidad mía y ella no tuvo la decencia de dejarme dinero para alimentar a la hija ni darme las gracias.
Pero ahora mi mama me dice que tal vez yo en algún momento necesite un favor de ellas y que ahora ya la cagué con las vecinas. Pero di legalmente yo no estoy para esos trotes.
Entonces ¿fui la carepicha o no?

Tengo curiosidad porque soy nula en el conocimiento sobre Guyana británica. Por favor que alguien me ilustre.
Edit: no esperaba que hubieran muchos comentarios. Pero me alegra saber que hay más de uno que no está de acuerdo con esa barbarie. Para la persona que dijo que es mejor que venezuela se recupere antes de unir un país (ya no nos pertence) y hacerlo de manera diplomatica. Estoy de acuerdo al 100% contigo. Muchas gracias por despejar mis dudas. Y por esas aclaratorias políticas que solo tenía un vago recuerdo de que sucedieron. Gracias mil millones de veces. ❤️
Edit #2: No entiendo esos comentarios que atacan a otro llamándolos chavista solo dar su opinión con respecto al esequibo o a la esperanza de no perderlo. Por favor, nivelen sus insultos porque aquí solo se hicieron preguntar para despejar dudas o informar de dicha situación. No entiendo esa mentalidad del venezolano que tengan que caer en los insultos solo por la ignorancia (válida e inocente) de otras personas. Cariño, eso no te hace más inteligente solo más t0n-to e insolente. Literal están al mismo nivel que un chavista. Ahorrense su insultos y faltas de respeto hacia las demás personas que amablemente están contestando de manera objetiva su punto de vista.

Cada vez que te aproximas, mis sentidos se agudizan, una leve sonrisa viaja y se transmuta, llevándose consigo las ficciones cotidianas.
¿Qué es lo real? esa pantomima de expectativas que nos promete seguridades, o quizás eso que nos atraviesa y nos asfixia, que protesta con intimidades.
Sin anuncio, el mundo se desnuda y el suelo ya no está firme. La incertidumbre, por fin gloriosa, gobierna en su reino teatral.
La realidad del actor es su obra hasta que esta termina.
Despierta y sin libreto siente miedo; de la tragedia, de la comedia y del drama; de las viejas escenas ensayadas, y de aquellos relatos con sosiego.
El desconocimiento también acabará con aquellas arquetípicas formas que el temor parió. Sólo una certeza se erige como ilusoria esperanza si esta decide quitarse su disfraz de fantasía, y mostrarse ingenuamente verdadera.
Cada vez que te aproximas, mis sentidos se agudizan, una leve sonrisa viaja y se transmuta, llevándose consigo las ficciones cotidianas.

Buenas. Lleve el auto Chevrolet Agile al mecánico a hacerle los frenos. Delanteros; rectificación de discos y pastillas nuevas. Traseros; cilindros y cinta nueva. Líquido de frenos nuevo. Me cobró 105 mil por todo con mano de obra. La verdad que como todo sube ya no tengo noción si está en precio, o no.
Que opinan está en precio o me hicieron el qlo?

Hola a todos antes que nada!
Actualmente tengo 2 TDCs, una es la Clásica Banorte en la que tengo una deuda de 40mil pesos y una Santander Free en la que adeudo 30 mil pesos. Mensualmente destino cerca de 7-8 mil pesos para pagarlas con lo cual apenas pago arriba del mínimo, por lo que me gustaría refinanciar la deuda a unos dos o tres años para "congelar" los intereses de preferencia en un solo banco, en experiencia de ustedes sería mejor hacerlo con Santander, Banorte o tal vez con alguna 3er opción?.
Agradecezco sus consejos de antemano.

Welcome to the biggest in my first year of magazine reviews. I’ve spent this year regularly reading three publications—Clarkesworld, GigaNotoSaurus, and The Magazine of Fantasy & Science Fiction—but this month, I added a fourth, ending a year or so of swearing that I’d get to Asimov’s eventually. It made for one heck of a reading month, and honestly one where Clarkesworld absolutely stole the show. Let’s take a closer look!

Clarkesworld

I’ve been reading Clarkesworld every month for a little over a year, and I don’t think I’ve seen a better issue than November 2023. It’s not that every story was a massive hit—with seven or eight per issue, I’m not sure there will ever be a month where I adore everything—but the four stories on my favorites list are the most I’ve ever seen from a single magazine issue, and the worst is the bunch is a fun-but-forgettable 3.5 stars. To top it all off, the issue closes with a debut story that’s going to make me think long and hard when crafting my award-nomination ballot in a couple months.
The issue opens with Bo Balder’s Eddies Are the Worst, which provides a snapshot into the life of a woman struggling with societal developments both at work and at home. It’s hard to find good workers at her fish-processing business after societal shifts have pushed menial work on increasingly unreliable clones, and restrictions around family formation have left her unable to afford children while growing more and more distant from her parents. It’s a solid story, one focused more on worldbuilding and addressing small problems than sweeping changes.
It’s followed by Hannah Yang’s Bird-Girl Builds a Machine, which draws the reader immediately into the strange relationship between a young girl and her mother, with the latter’s life focused almost entirely on building an elaborate and mysterious machine. That sense of strangeness and mystery is enough to easily sustain the tale’s scant 3,000 words, building to a finish with real emotional resonance and a sense of resolution that feels just perfect for the mystery at hand.
The first half of the issue ends with a longer short story and a flash fiction. The former, The Long Mural by James van Pelt tells of a generation ship stowaway finding fulfillment working on a shipwide art project, but whose fear of being found out keeps him from getting too close to any one collaborator. The story may not develop in a particularly shocking way, but it’s plenty satisfying. The flash fiction, The Parts That Make Me by Louise Hughes, is something of a list story, with a machine that has replaced all its original parts telling the stories behind those that have been with it longest. I find that flash has to be truly exceptional to stick in my mind for long after reading, but this was a pleasant read nonetheless.
While the Yang story stood out from the issue’s first half, nearly everything in the back half was exceptional. In The Mub, Thomas Ha delivers a short and unsettling piece about an artist who picks up an unwanted traveling companion. The story never explicitly states whether these mubs are creatures of fantasy or science, but the way they prey on creativity is hard not to associate with the current AI discourse. It’s not a story that’s going to answer a lot of questions, but it’s gripping and unsettling, an excellent read for those who don’t mind some uncertainty.
Next comes the novella-length opening stage to what I believe is Clarkesworld’s first serial, Eight or Die by Thoraiya Dyer. It tells of a South American miner who finds himself roped into traveling the multiverse with strange aliens in search of a renegade willing to commit horrific crimes to extend his own life. It’s gripping as a thriller—and I say that as someone who doesn’t especially care for thrillers—and full of fascinating interactions between the human lead and a series of alien interlopers. It’s hard to fully evaluate the story with so much of the main plot left to come in December, but part one was a truly excellent start.
As if counterbalancing the length of the novella, the issue’s penultimate story drops the word count back to the shorter end of the short story range, with Kemi Ashing-Giwa’s Thin Ice telling of a colonizing AI that mines out-of-the-way civilizations for art and literature to bring back to its masters. Though short, it’s emotionally intense and delivers a satisfying ending that makes it very much worth the read.
And capping off the issue is my favorite piece of the bunch, made even more impressive by it being author Tia Tashiro’s first professional publication. To Carry You Inside You is the tale of a woman with a brain chip that allows her to upload other consciousnesses into her body. After increased regulations ended a promising career as a child actress, she makes ends meet as a surrogate for the dead, using her body to house the consciousnesses of the departed for short meetings with their surviving family and friends. The story follows one job in particular, interspersed with flashbacks following her life from first implantation all the way to the point where she begins her surrogacy career. While it’s on the longer side for a short story (around 7,000 words), it’s impressive how much ground “To Carry You Inside You” is able to cover without ever feeling overstuffed. Political and social controversies about the technology constantly run in the background, while the lead’s fraught relationship with her own mind brings real emotional oomph to the tale. It really is the whole package, and it’s going to have me thinking hard in a couple months when constructing my nominating ballots for both the Hugo Award for Best Short Story and Astounding Award for Best New Writer.
The non-fiction section of the issue includes reflections by Neil Clarke on his time at the Chengdu WorldCon—including bringing home a well-deserved second Hugo Award for Best Short-Form Editor—and the science article taught me some new and interesting things about aging wine in space. The interview section usually blows up my TBR, but I’m not sure I like heists quite enough to rush out to buy the work of David D. Levine, and I’m honestly not sure what to think of Cory Doctorow—I’ve heard so much about his near-future science fiction and heavy emphasis on the political, but not enough to get a good sense of whether it would be my speed. I've heard it suggested that his short fiction provides a reasonable litmus test into his style, so perhaps I'll start there.

GigaNotoSaurus

For the second month in a row, GigaNotoSaurus’ long story is a novella, and it’s my second read this month heavily featuring a neural chip that can modify personalities. Ghosting by Kelly Lagor introduces readers to a woman whose life seems to be an endless parade of drugs and hookups, with periodic memory deletions keeping the inevitable bad breakups out of sight and (literally) out of mind. But an equipment theft and anonymous emails from a jilted former lover force the lead to confront just what kind of chaos she leaves in her wake.
Protagonists who live to get high and have sex have never particularly appealed to me, but the mysterious stalker was enough to pique my curiosity, and Lagor writes the whole thing well enough to sustain my engagement through the length of the novella. It leans a bit more toward the character study than mystery, but character and plot come together nicely for a satisfying conclusion.

The Magazine of Fantasy & Science Fiction

My year of being a regular with The Magazine of Fantasy & Science Fiction comes to a bittersweet close this month with the NovembeDecember 2023 issue. Like the November Clarkesworld, this issue has one lengthy novella surrounded by a whole bunch of shorter work, and this month’s F&SF dives right in with the showpiece, The Many Different Kinds of Love by Geoff Ryman and David Jeffrey. It’s a very slow-moving story about research AIs in the seas under the surface of Saturn’s moon Enceladus, seeking meaning and adventure after a prolonged period of no contact from above. They fill the void with their own research into both their submerged world and the human sense memories involved in their programming. I wouldn’t say the plot necessarily builds to a conflict, but it does include a conflict that leaves this feeling like more than just an AI slice-of-life—perhaps it’s instead an AI coming-of-age tale.
Afterwards, the transition to short stories begins with Amal Singh’s Karantha Fish. I’ve read Singh before in Clarkesworld and am impressed with how he crafts a dystopia, though this entry is less dystopia and more of a rigid fantasy society. The narrative is as gripping as always, but I found the solution in this entry a bit too neat, keeping it from the level of some of his other work. Next, Anya Ow’s Longevity is much more of a dystopia, and much more satisfying, with its focus on making meaning and how one person can make a difference through seemingly small actions in their sphere of influence. It’s well-told and uplifting. Then the issue dips into horror with All That We Leave Behind by Charlie Hughes. As regular readers know, I’m not a big horror guy, but this one is effectively chilling, with a book club taking the place of the campfire in one of the traditional horror setups.
What follows is a series of four straight dragon stories, two prose and two poetry. The first is far-and-away the longest, with J.A. Pak’s Portrait of a Dragon as a Young Man offering a pleasant, centuries-long slice of draconic life in his first interactions with humanity. After the two poems, the dragon section closes with a list-based flash fiction, Twelve Aspects of the Dragon by Rachael K. Jones—a perfectly fine piece, but like most flash, not one that especially sticks with me.
Meeting in Greenwood by R.K. Duncan reimagines much of American history as a struggle between cosmic forces, with the lead receiving intel from beyond the grave that sends him across the waters of death with a Confederate agent hot on his heels through the fires of 1921 Tulsa. It’s followed by two straight bird stories, with Samantha H. Chung’s The Pigeon Wife translating a Korean folktale into a New York setting, with a single woman trapping—and exploiting!—a pigeon husband to help make rent, with results much more satisfying to the reader than the lead. Los Pajaritos by Sam W. Pisciotta is another flash piece, with remembrance of a lost love interspersed with the construction of clockwork birds.
Pluto and Travis D Work the Door by Brooke Brannon dives into a diasporic community in Miami telling stories with elaborate patterns on clothing. The setting is the real strength here, as the villain and resolution both lean a bit neater than I prefer. Indigena by Jennifer Maloney is another flash piece with quite a different diaspora, a group of space travelers arriving on a new planet to find it changes them as much as they do it. Then New Stars by Christopher Crews provides one final flash, with a father and son watching the late family patriarch’s ship race on even after his death.
The final two short stories are on the short side and lean a bit too far into the worldbuilding for my tastes. High Tide at the Olduvai Gorge by Kedrick Brown skewers the myth of meritocracy in a story about a people arriving to Earth through a wormhole and instituting a society designed to make the cream rise to the top—as long as they are fabulously wealthy. Renee Pillai’s Prisoner 123 is Guilty tells of the daughter of a wealthy family imprisoned for her attempts at kindness to the family of her lower-class servant. Both stories write their political messages in 72-point font, which isn’t inherently a deal-breaker. But they just don’t have enough story to really grab me, instead standing and falling on the portrayal of an unjust world. If the reader isn’t won over by the worldbuilding and the politics, there’s just not much else there.
The issue closes with a last novelette, Fools and Their Money by Meighan Hogate. It’s told from the perspective of an avian scavenger who may have served as a minor antagonist in a traditional epic fantasy. In this story, however, the destined hero makes an untimely end, and an admittedly unpleasant narrator takes the story in an entertaining direction in a wonderfully clever bit of storytelling.
As always there’s also poetry, which I don’t feel at all qualified to review, and a few non-fiction pieces. This month, I found the science article particularly memorable—revisiting the magazine’s first science column on its 65th anniversary. As it turns out, our understanding of space dust has changed quite a bit since the time of Isaac Asimov, and the explicit tracing of space dust in sci-fi from the 1950s to the present made for a fascinating short read.
Another non-fiction piece particularly near to my heart was Arley Sorg’s survey of six major American genre magazines in 2022 to determine how often they published authors from outside the United States. Without personally reaching out to each published author, it was a messy endeavor, but four of the six surveyed came out around 75% US-based authors. One of the major outliers? Clarkesworld, who published authors from 19 different countries and saw more than a third of their stories come from abroad. In what was perhaps my favorite fiction month of reading Clarkesworld, I’ve been given yet another reason to give it pride of place in my monthly reading rotation.

Asimov’s

Ever since being wowed by a handful of their 2022 Reader Poll Finalists, I’ve been meaning to give Asimov’s a closer look. I was planning to start in 2024, after finishing up a full year of F&SF, but after seeing a new favorite author in their NovembeDecember 2023 table of contents, I decided to jump in a bit early.
The issue opens with one of three novellas, The Ghosts of Mars by Dominica Phetteplace, which tells of the first human born on Mars trying to sort out just why the equipment seems to be going haywire after everyone else evacuated. It’s not a story that drives forward quickly, with plenty of time to linger on the lead’s grief after the loss of her father and her varied relationships with her mother, her mentor, and her online best friend. But while there’s certainly interesting character work going on, and the central mystery is satisfactory, I felt the story could use a bit more forward momentum.
The short story segment opens with Embot’s Lament by James Patrick Kelly, the story of a bot assigned to observe the past finding itself aghast by the terrified flailings of a woman trapped in an abusive marriage and struggling to see the way out. It’s not necessarily a surprising story, but it’s absolutely a gripping one.
It’s followed by the piece that inspired me to pick up this issue in the first place: Berb by Berb by Ray Nayler. This story is connected to some of his other work that I haven’t yet read, but it makes an acceptable standalone, delivering a heartfelt tale of one person trying to do the best they can in a world that has gone to pieces around them. It’s a theme Nayler returns to often, and it makes for a good read every time.
It’s in turn followed by the issue’s sole novelette, The Open Road Leads to the Used Car Lot by John Alfred Taylor. It’s a delightful time travel story that’s less a puzzle and more a reflection on different conceptions of the future, with careful exploration of the 1939 World’s Fair by an author who was himself fascinated by it as a child.
Unfortunately, two of the next pieces take a hard turn to the didactic in a way that I found frustrating. Neptune Acres by Robert R. Chase is a piece about the hubris of development in environmentally hostile areas. There is enough story to keep the preaching from filling too much of the short story length, but it ultimately goes about like you’d expect. Death of the Hind, on the other hand, goes about like you’d expect but at a full novella length. Perhaps readers of the previous entry in this universe will have a better time with this one, but I found the generation ship story from Kevin J. Andersen and Rick Wilbur too much of a morality play about science denialism—particularly from the lead’s older relatives—that felt like a Covid story in space. I won’t say the behaviors represented were unrealistic, it’s just that the story didn’t breathe any new life into the premise.
Wedged in between those two was Meet-Your-Hero by Prashanth Srivatsa, which also wasn’t especially surprising—it’s just the kind of story the title suggests, and in a wildly stratified society where the poor are barely scraping out an existence, there aren’t many ways for it to go—but was more engaging in the telling. The short story section continues with The Four Last Things by Christopher Rowe, which is undoubtedly the most mystifying piece in the issue. It’s an ambitious story about a motley crew put together to observe the possibly-intelligent marine drumming on an unexplored planet, and how each crew member responds when disaster strikes. But it leans very much into the weird, and I confess that despite the quality of the prose, I wasn’t quite sure what to take away from it.
But after some frustration in the middle, I enjoyed the last two short stories pretty well. The Disgrace of the Commodore by Marguerite Sheffer is a flash fiction about a ghost watching those left behind and pondering his legacy, seeing how actions that had provoked either pride or shame in the moment actually echoed into the next generation. Despite its scant length—something that often leaves me waiting for the story to start even after it ends—I felt there was a strong central core that made this very much worth the read. It’s followed by In the Days After by Frank Ward, an intriguing and often touching piece about the aftermath of an event that leaves society starkly divided between the affected and the unaffected.
The issue is capped by one final novella, Blade and Bone by Paul McAuley. And like “The Ghosts of Mars,” I found something to like here but felt there were structural issues holding it back. In this case, the novella spends about half its length setting up a military conflict between a band of mercenaries and violent rebels. But the battle itself is fairly ho-hum, with the real story coming in the aftermath, as a pair of stragglers try to survive despite injuries, harsh conditions, and very different ideas about the best course of action. If the back half had been an independent novelette, I expect I’d have enjoyed it pretty well. But taken as a whole, the novella seemed out of balance, with too much of the narrative dedicated to scene-setting. Perhaps it was trying to subvert expectations about a military sci-fi novella, and perhaps I—not being a big mil-SF fan—wasn’t the right audience, but I just found it took too long to really get going.

November Favorites

• "Eight or Die (Part One)" by Thoraiya Dyer (novella, Clarkesworld)
• "The Mub" by Thomas Ha (short story, Clarkesworld)
• "To Carry You Inside You" by Tia Tashiro (short story, Clarkesworld)
• "Bird-Girl Builds a Machine" by Hannah Yang (short story, Clarkesworld)

Hola gente!
Les quería comentar sobre un problema que estoy teniendo:
Vivo en un consorcio con 6 deptos, el administrador actual fue designado por el dueño del consorcio y es primo del mismo. He tenido los siguientes problemas:

• En el último año han cortado dos veces la luz del consorcio por no pago, esto nos afecta porque usamos bomba de agua para manejar el suministro de agua del todo el edificio.
  
• Los dos extintores de fuego están vencido
  
• Varias luces del edificio están quemadas
  
• Se niega a presentar boletas/facturas por los pocos arreglos que se han hecho en el edificio.
  
• Hemos solicitado reunión con él en varias ocasiones, nunca se presenta.
  
• Hemos reclamado ante el dueño del consorcio y obviamente no nos hace caso.
  
• Hemos dejado reclamos con la inmobiliaria pero son unos inútiles.
  
• No me envía las expensas ni me contesta el telefono, debe ser porque en un momento de calentura lo traté de pelotudo. (Error mio pero bueno).
  

En fin, mil historias y mil problemas. Qué podemos hacer para deshacernos de semejante impresentable???